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Cómo desarrollar una mentalidad de crecimiento

Corredor con expresión determinada entrenando al amanecer, simbolizando el poder de la mente en el deporte de alta resistencia

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En el entrenamiento de alta resistencia, la mente dirige la orquesta

En el entrenamiento de alta resistencia, más allá del cuerpo, es la mente la que dirige la orquesta.
Puedes haber entrenado durante horas, alimentarte correctamente por meses, tener todos tus entrenamientos al día en TrainingPeaks y ver en Garmin Connect que estás en tu mejor forma física.
Todo eso es valioso: son métricas que reflejan una parte del proceso hacia tu meta, ya sea correr tus primeros 10K o competir en triatlones de élite.

Pero hay algo que esas métricas no miden.
El verdadero progreso nace desde lo invisible.

Lo que nadie mide: la batalla interior

Llevo más de 10 años entrenando resistencia, y aunque reconozco el valor de los datos y los números, hay una verdad incómoda:
El avance más poderoso no es el que ves en el reloj, sino el que ocurre en tu mente.

En tu cabeza siempre hay dos voces. Y en la que decidas enfocarte… en eso te convertirás.
¿De dónde vienen esas voces?
De tu estado mental. De la mentalidad subconsciente que llevas grabada, muchas veces desde la infancia.
Y desde allí, desde esa base profunda, puedes hacer tus mayores avances, mucho más que lo que dicen tus watts, tu VO2 Max o tu pace.

¿Estamos programados?

Estudios científicos demuestran que, a partir de los 30–35 años, la mayoría de las personas reaccionan a la vida de forma automática, repitiendo patrones como si tuvieran un programa instalado en el cerebro.
¿Pero podemos reprogramarlo?
La respuesta es .

La psicóloga Carol Dweck, en su libro “Mentalidad de éxito”, explica que existen dos tipos principales de mentalidad:

1. Mentalidad Fija

  • Cree que la inteligencia y el talento son estáticos.
  • Se enfoca en “parecer” inteligente, no en aprender.
  • Evita el esfuerzo, lo ve como innecesario si ya tiene talento.
  • Se frustra ante obstáculos y abandona fácilmente.
  • No acepta críticas; las ve como ataques.
  • El éxito de los demás lo vive como una amenaza.
  • Culpa constantemente al entorno por sus resultados.

Puede tener logros, sí… pero nunca alcanzará su verdadero potencial, porque no se responsabiliza del proceso.

2. Mentalidad de Crecimiento

  • Cree que la inteligencia y las habilidades se pueden desarrollar.
  • Disfruta del proceso de aprender, aunque sea desafiante.
  • Abraza los retos como oportunidades de mejora.
  • Aprende de las críticas y de sus errores.
  • Se inspira en los éxitos ajenos.
  • Comprende que el esfuerzo es parte del camino hacia la excelencia.
  • Sabe que los resultados no definen su valor, solo reflejan un punto en el camino.

Esta mentalidad libera. Da propósito. Y, sobre todo, te da poder real sobre tu evolución.

El caso de Jan Frodeno: del ego a la evolución

Un ejemplo perfecto de transformación de mentalidad fija a mentalidad de crecimiento es el de Jan Frodeno, triatleta, campeón mundial de Ironman y medallista olímpico.

En sus primeros años, Frodeno creía que el talento era suficiente.
Decía cosas como:

“Creía que entrenar duro era para los que no eran naturalmente buenos. Yo quería ganar sin mostrar debilidad.”

Evitaba competir en distancias largas por miedo a fracasar públicamente. Pensaba: “Mejor no lo intento si no voy a ser el mejor.”
Esta es una actitud típica de mentalidad fija: evitar el error para proteger la imagen.

Pero con el tiempo, algo cambió.
Frodeno comenzó a valorar el proceso más que el resultado.
Entendió que su talento necesitaba ser desarrollado, y que eso requería entrenamiento mental, humildad y constancia.

Después de retirarse del Mundial de Kona en 2017, usó esa “derrota” como combustible para crecer. Reconoció públicamente sus errores, habló de sus lesiones y del sobreentrenamiento.
Y llegó a decir:

“Ahora disfruto del sufrimiento. Ahí es donde ocurre la magia. Antes solo quería ganar. Ahora solo quiero evolucionar.”

Ese es el verdadero poder de una mentalidad de crecimiento.

¿Y tú? ¿Qué mentalidad eliges?

No importa en qué punto estés.
Lo importante es que sepas que puedes cambiar.
Con esfuerzo, disciplina y una confianza profunda en el proceso, puedes pasar de una mentalidad fija a una mentalidad de crecimiento.

Nada está garantizado. Nada es dado. Todo se entrena.

Recuerda: no se trata de llegar a una meta, sino de evolucionar constantemente.
Como dice Toni Nadal, entrenador durante años de Rafael Nadal:

“El carácter se forja en la dificultad.”

Gracias por leer,
Abrazo,

Picture of Andy De Sousa

Andy De Sousa

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