Cuerpo y mente están conectados, pero lo que la mayoría de las personas lo que no sabe es que el cuerpo es quien domina a la mente. Tu cuerpo representa al ego, al personaje que has construido. Cuando te victimizas, dejas de hacer eso que habías pensado o dicho que ibas a hacer. Es tu cuerpo el que manda la señal a tu mente, generando excusas y procrastinando lo que ya sabías que debías ejecutar.
Opción número 1 : puedes utilizarlo para victimizarte y preguntarte:
“¿Por qué a mí? ¿Qué hice yo para merecer esto? ¿Por qué me pasa esto a mí?”
Te quedas atrapado en un estado agónico que te arrastra hacia el caos, cayendo en un ciclo sin fin de cuestionamientos desde el victimismo. Este estado afecta directamente a tu mente y, como consecuencia, a tu cuerpo.
La forma de dominar al cuerpo es con la mente. Es así como vuelves a construir la confianza en ti mismo. Por eso es tan importante el entrenamiento de alta resistencia, porque te obliga a ir a lugares incómodos. Y es justamente en la incomodidad donde encuentras el crecimiento que estás buscando.
No se trata de incomodarte por incomodarte. Hazlo con propósito. Si obligas a tu cuerpo a completar una simple sesión incómoda de entrenamiento, cuando llegue el momento de enfrentarte a algo realmente importante, lo harás con la misma intensidad… y sin cuestionarlo.

El deporte como camino hacia ti mismo
Hoy en día, esta es la manera en la que uso —y enseño a usar— el deporte de alta resistencia: no como una vía de escape, sino como un camino para correr hacia ti mismo.
Reconozco que durante muchos años escapé de mí, de mis emociones, de mis problemas. ¿Y cuál fue la consecuencia? Un derrumbe total en todas las áreas de mi vida.
Por eso, cuando tengas un problema, elige la opción número 2 :
- Pregúntate: ¿para qué?
- ¿Qué puedo sacar de bueno de esta experiencia?
- ¿Qué me está enseñando la vida?
- ¿Dónde debo poner mi atención?
- ¿Cómo puedo solucionarlo?
Los problemas no se pueden resolver desde el mismo nivel de conciencia en el que fueron creados. Tienes que crecer más que ellos. Resignificarlos. Entender que son desafíos que la vida (o algo más grande) te pone delante para que te superes a ti mismo.

De lo egoico a lo altruista
Al final, a eso vinimos aquí: a tener una experiencia profundamente egoica y personal. Pero lo paradójico es que, mediante el entendimiento profundo de ti mismo, terminas comprendiendo a los demás. Y desde esa comprensión, te conviertes en una persona altruista, que ayuda sin esperar nada a cambio.
Gracias por leer,
Abrazo